
La primera vez que oí hablar de este postre, lo conocí con el nombre de «borrachines» y se trataba de un postre típico asturiano; posteriormente supe que mi abuela materna hacía algo muy similar pero con el nombre de «chulas», aunque las cocía en leche y no en almíbar; actualmente indagando por la red he encontrado borrachines cocidos en leche y chulas cocidas en almíbar, así que parece que estamos ante la típica receta que, como la tortilla, cada uno en su casa la hace como sabe o como puede 😉 Para mí, torpe donde las haya en el mundo torrijas, los «borrachinos» me salvan la vida para poder comer algo parecido a ellas en esta época, de la cual son típicas, aunque dicho sea de paso, siempre he visto a mi madre hacer torrijas todo el año, como receta de aprovechamiento, para no tirar el pan duro sobrante. Y llegados a este punto, decir que me encantan, que no puedo comer sólo uno, que son super viciosos.., o sea como unas torrijas bien hechas pero para mí mejores.
Dicho todo lo anterior, resaltaría unas notas características de este tipo de postre:
- Son migas de pan remojadas en leche o huevo o en ambas cosas; con o sin azúcar en la mezcla; aromatizadas o no (canela, limón, ron, …)
- Que se fríen en porciones de cuchara en una sartén
- Y que posteriormente se cuecen en almíbar (muchas veces de agua, vino blanco y azúcar) o leche
Yo me decanto por remojar el pan en una mezcla de huevo y leche, aromatizar con anís y cocer en almíbar (de anís también), aunque estoy abierta a sugerencias…
Ingredientes (para unos 12 borrachinos):
- 200 gr. de pan de molde aproximadamente (en nuestro caso sin gluten; yo uso el de Mercadona)
- Aproximadamente 100 ml. de leche
- 2 huevos L
- Anís (dos chorritos, uno para la mezcla y otro para el almíbar)
- Almíbar: 200 ml. de agua, 200 gr. de azúcar y chorrito de anís
Preparación:
- Batir ligeramente los huevos y añadir la leche y chorrito anís.
- Añadir pan desmigado y amasar hasta que la mezcla sea homogénea.
- En este punto es importante observar la textura: si muy líquida se nos van a «desparramar» por la sartén, si muy dura, los borrachines serán secos; así que hay que encontrar ese punto en que podemos cogerlos con cuchara y dar forma como de croqueta (con dos cucharas), pero que la mezcla sea jugosita y casi fundente. Si ves la textura muy líquida, añades un poco de pan y si es al revés, añades un poco de leche.
- Freír en aceite de girasol (o maíz) a la temperatura a la que freirías las patatas, vigilando no se quemen en cuyo caso le bajarías un poco.
- Retirar a un papel absorbente de cocina.
- Poner el agua, azúcar y chorrito de anís en un cazo y esperar a que el azúcar se disuelva; en ese momento, poner los borrachinos a cocer suavemente hasta que casi se agote el almíbar (unos 10 mn.)
- Comer calientes, templados o fríos (al gusto).